Los animalitos estaban criados bajo estrictas normas ecológicas, en una granja proveedora de la marca ecológica del príncipe: "Duchy Originals".

La citada granja -Higher Fingle-, está situada en el condado de Devon, y además del robo, sufrieron otro ataque vandálico y gratuitamente cruel: les incendiaron un granero en el que guardaban 800 polluelos de pato. Los pobrecillos murieron calcinados.
Los hijos de los granjeros vieron como se quemaba el granero, y están traumatizados.
Los gansos iban a ser vendidos esta Navidad, por unas 50£ cada uno, y los patitos en Año nuevo, por unas 17£ cada uno. El daño material por el robo asciende a unas 30.000 libras (unos 45.000 euros), sin incluir los daños ocasionados por el incendio.
El Príncipe Carlos ha enviado una carta a los granjeros, Rona and Nevil Amiss, expresando su solidaridad y apoyo por los desagradables momentos pasados.
¡Cuanta crueldad pueden tener algunos individuos como para causar tanto daño por nada a unos inocentes y esforzados granjeros!
Qué desagradables. Qué deleznables.
4 comentarios:
Pobres patitos. Qué gentuza.
Qué salvajes.
¿que necesidad tienen de dañar?
Porque estos malparidos no han dañado al príncipe si esa era la finalidad, sino a los pobres granjeros. Y a lo pobres patos que habrían estado mucho mejor en la mesa de Año nuevo que matados así por nada.
ya no se sabe quienes son los animales.
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